GUERRAS SIN MEDIDA y DIALOGOS DE PAZ SOMBRIOS
Amigos…
Bellas palabras que nacen de diversas almas que en su angustia taciturna observan en silencio mustio, cómo se desmorona la humanidad y cae gota a gota la sangre de seres que ya no verán el resplandor de un nuevo día. Niños que apagaron sus ilusiones y entre escombros, son recogidos, inertes, sin vida. Guerras sin medida, la ley del más fuerte retumba en un mundo que ha olvidado que existe Dios y se lleva por delante la ilusión de hombres, mujeres y niños que tras la puerta del terror aún esperaban un grito victorioso de paz y amor.
Pero no todo está perdido, cuando con fuerza y fe se unen las voces de aquellos que en Oración continua, seguimos elevando plegarias al Creador, para que toque conciencias y alimente el alma de quién ha perdido la ruta de la vida y no sabe que la paz puede estar cerca, cuando se mira el rostro angustioso de quien entre ruinas se levanta y construye ilusiones firmes para volver a ver amaneceres libres.
La esperanza se levanta firme como estandarte que se eleva entre el dolor de una humanidad que ha perdido el rumbo, pero aún así ama la vida y de la mano del Altísimo y su Madre Preciosa, sabe que su luz iluminará finalmente el camino de quien vive con justicia y respeta el dolor de otros que se hunden en la sombra angustiosa de la duda.
No desfallezcamos a pesar de estas guerras sin sentido. No bajemos la guardia, porque de nuestro interior positivo y firme depende la construcción de un nuevo mundo que brille con fuerza para nuestros hijos y sus hijos. Tomados de la mano en el lugar que nos encontremos y como una sola energía sigamos orando y con fe trabajemos unidos para recuperar la paz perdida.
El sol sigue saludando con fuerza las mañanas, despertemos con él y no permitamos que el frio de quienes odian y matan apaguen
la grandeza de esta gran humanidad.
