Colores de Otoño

Todas las estaciones tienen su misterio propio y una magia inigualable que nos permite disfrutar de la vida y apreciar el esplendor de la naturaleza en todas sus dimensiones.
Otoño es una bella época del año que viste los árboles de bellos colores, en los que sus hojas cambian y se preparan para morir lentamente y dar paso al frio invierno.
Si pudiéramos cada mañana despertar con ese silencio armonioso que nos prepara el día y apreciar los regalos inmensos que Dios nos ofrece, podríamos recibir toda la energía que requerimos para enfrentar las tareas diarias y sentir cómo se nos pega la vida en la piel, en el alma y en cada pensamiento que nos impulsa a existir.

Si nos alejáramos un poco de las carreras y angustias diarias por enfrentar nuestros trabajos y actividades y pudiéramos tan solo por segundos dejar que nuestros sentidos absorbieran la maravilla de esta hermosa época de otoño, podríamos por ejemplo observar, cómo cambian los colores día a día frente a nuestros ojos, ofreciéndonos el panorama más bello que la naturaleza proporciona. Es como si ella misma saliera a escena y quisiera a gritos mostrarnos la grandeza de su energía, una energía que es nuestra y que por andar en los apuros de la vida, pasamos desapercibida.

O… dejar que el olfato haga su trabajo y experimente cómo huele la naturaleza en otoño, las hojas secas adquieren un olor especial, el cual se intensifica con los días de lluvia, todo el paisaje a nuestro alrededor se contagia de una nostalgia dulce y musical.
Sentir el sabor de ciertos alimentos que caracterizan esta época como las nutritivas nueces, avellanas, manzanas, uvas y muchos frutos que nos ofrece la naturaleza y que aún somos afortunados de poder tener, a pesar de los cambios drásticos que estamos viviendo en el clima de nuestro planeta.
Otoño invita a pensar, a tratar de hacer una alto en el camino y jugar entre las manos con esas hojas secas que anuncian su partida, pero que nos marcan la posibilidad de visualizar grandes senderos para transitar.
Al igual que la naturaleza, nuestras vidas también transitan por las estaciones de los años, por eso creo que es muy importante valorar lo que Dios nos da la oportunidad de vivir, tener y alcanzar en cada una de nuestras estaciones.

Detengámonos un poco… cerremos nuestros ojos y busquemos la primavera de nuestra vida, regalémonos las más hermosas flores, dejemos que ellas perfumen nuestro ser y creamos en la fuerza interior que nos hará fuertes para soportar los veranos de nuestro ser, el otoño de nuestros años, cuando ya cansados por las experiencias de la vida, decidamos que el invierno será simplemente el refresco de esos pasos que con tropiezos o aciertos, nos llevan sin duda, a la cima de nuestras metas y la satisfacción de ver la fuerza de cada día hecha realidad.
Otoño… concierto de la naturaleza para nuestros ojos, colores matizados, obra hermosa de Dios quien con su pincel, adorna nuestros caminos, para que sin dudarlo, nos abracemos a su infinita existencia con la firme convicción que somos los arquitectos de nuestra propia vida.

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