Otro año más…
Se va el 2011 y como cada año que va pasando, todos hacemos balance de lo que se vivió y cuántos logros se hicieron realidad.
Para algunos fue un año venturoso, para otros una época difícil, en la que se vivieron grandes tragedias, el mundo convulsionó de diversas formas y la crisis económica a nivel mundial afectó a muchos.
Los cambios climáticos se sintieron con fuerza en muchos países y un sinnúmero de familias lo perdieron todo por las inclemencias de un clima, que sin consideración se llevó muchas ilusiones construidas por delante, incluyendo vidas humanas.
Çreo que todos ansiamos que terminé ya este 2011, con la ilusión de esperar un nuevo año colmado de grandes cambios, de paz en el mundo, de prosperidad para los hogares, de mayores posibilidades de trabajo, de cambios positivos para la humanidad en general.
Todos hacemos siempre al final del año un balance personal de lo que hicimos. De las promesas que nos propusimos y cuántas de ellas realmente cumplimos. Es como si nos pararamos frente al espejo y al vernos, comprendiéramos que se nos pasó un año y a lo mejor, nos falto mucho más por hacer.
Lo más importante es reflexionar de cuánto crecimos interiormente, realmente trabajamos para ser mejor personas o simplemente dejamos que el calendario pasara sobre nosotros, sin aportar nada a los demás, a la vida y a nosotros mismos.
Realmente luchamos este año por lograr nuestros objetivos e hicimos hasta lo imposible por aportar algo de nosotros a la paz de quienes amamos.
Cuánto dimos y aportamos para que el mundo fuese mejor y de esta manera nuestros hijos puedan seguir su camino, en un mundo que aunque atrapado en la tecnología, pueda conservar el calor humano, el amor y ese compartir, para así mismo, transmitirlo después a sus familias.
Hemos hecho un alto en el camino, para pensar en Dios y dedicarle unos cuántos minutos a agradecerle todas sus bendiciones y cuánto nos otorga cada día al despertar…
Otro año más… privilegio grandioso de tener la vida, con sus altibajos, con sus desengaños y tistezas, con sus sopresas y alegrías, con sus regalos. Así mismo con esos difíciles momentos al tener que despedirnos de quienes amamos, porque se nos adelantaron en la paratida. Tantas y tantas vivencias que hemos tenido la fortuna de experiemntar en este año que está por terminar.
Tratemos de estra en paz y de vislumbrar ese horizonte que tenemos ante nuestros ojos en cada despertar, para iniciar el nuevo año con verdaderas ganas de vivir cada instante, dando lo mejor que alberga nuestro ser… porque todos vaelmos mucho y tenemos mucho por aportar.
! Adelante! la vida comienza ahora mismo, aunque pasen y pasen los años. Dejemos huellas, dejemos todo lo grande y positivo que tenemos como seres humanos. Sirvamos con alegría y sobre todo, demos gracias a Dios por la fortuna de haber vivido un año más y la esperanza de iniciar otro!
